Aun en sencillos bosquejos
En abril de 2015, él visitó el campo de construcción de la Central Hidroeléctrica Héroes Jóvenes Paektusan.
Los jóvenes acudidos a este profundo y abrupto valle, cerca del monte Paektu, se dedicaban con toda energía y pasión juveniles, a la obra, a despecho de las dificultades y pruebas redobladas.

El estimado padre Mariscal valoró los abnegados esfuerzos que los jóvenes hicieron, aun bajo las rigurosas condiciones naturales de la zona septentrional y trazó la nueva tarea.
Y se plantó bastante tiempo ante la tabla de propaganda gráfica de gran tamaño, en la que se veían varios materiales visuales y bosquejos creados por los miembros de la brigada de choque juvenil.
Cada obra representaba de modo expresivo a los jóvenes que luchaban con la lealtad al Líder, ardiente pasión patriótica y vigor.
Después de verlas una a una, él afirmó: "Por doquier en el campo de la construcción, he podido percibir la ardiente fidelidad de los jóvenes a nuestro Partido. Me siento ahora como si consiguiera una gran hueste de valerosos militares. Me da la gana de trabajar con ellos derramando el sudor. Que transmitan mi saludo a los miembros de la brigada de choque juvenil."
Aquel día, al leer el sincero corazón de la juventud dispuesta para alzarse y consagrase antes que nadie al llamado del Partido, el estimado padre Mariscal les exhortó a adelantar cuanto antes la construcción de la potencia socialista, confiando él mismo en los jóvenes y viceversa.
Él percibió en esos modestos bosquejos el noble mundo espiritual de los jóvenes, que no es sino el cristaloide del gran amor y confianza con que los forma como héroes de la época y artífices de hechos prodigiosos.
Y se plantó bastante tiempo ante la tabla de propaganda gráfica de gran tamaño, en la que se veían varios materiales visuales y bosquejos creados por los miembros de la brigada de choque juvenil.
Cada obra representaba de modo expresivo a los jóvenes que luchaban con la lealtad al Líder, ardiente pasión patriótica y vigor.
Después de verlas una a una, él afirmó: "Por doquier en el campo de la construcción, he podido percibir la ardiente fidelidad de los jóvenes a nuestro Partido. Me siento ahora como si consiguiera una gran hueste de valerosos militares. Me da la gana de trabajar con ellos derramando el sudor. Que transmitan mi saludo a los miembros de la brigada de choque juvenil."
Aquel día, al leer el sincero corazón de la juventud dispuesta para alzarse y consagrase antes que nadie al llamado del Partido, el estimado padre Mariscal les exhortó a adelantar cuanto antes la construcción de la potencia socialista, confiando él mismo en los jóvenes y viceversa.
Él percibió en esos modestos bosquejos el noble mundo espiritual de los jóvenes, que no es sino el cristaloide del gran amor y confianza con que los forma como héroes de la época y artífices de hechos prodigiosos.