/ Política - ¡Servir al pueblo!
Nuestro entrañable padre
  En la RPDC, cualquiera, sin distinción de edad y sexo, llama nuestro entrañable padre al estimado compañero Kim Jong Un.
  Esto viene de su fervorosa fascinación y veneración.
  A medida que crecen la alegría y felicidad en los hogares y centros laborales, todos piensa en sus desvelos abnegados, que les hacen derramar las lágrimas de agradecimiento.
  Al echar una mirada retrospectiva, durante más de 10 años pasados, el estimado compañero Kim Jong Un no vaciló recorrer  el camino más peligroso y abrupto, con el único deseo de ofrecerle al pueblo la máxima dignidad, civilización y bienestar.
  Hoy también conmueve el corazón de los coreanos lo que dijo él en el camino de regreso de la visita de orientación.
  Aquel día, al escuchar la canción "No envidiamos nada a nadie en el mundo" que resonaba de la ventana iluminada de un hogar, afirmó que ella le hacía renovar más su disposición de sufrir trabajando con abnegación a fin de hacer de ese canto una realidad y cotidiana vida del pueblo.
  Se han levantado una tras otra modernas viviendas y granjas de invernaderos por doquier en este país gracias a que él acude adondequiera que se encuentre el pueblo, para prodigarle su amor, y considera como propio dolor las desagracias y penalidades del pueblo.

















  Nuestro pueblo le sigue, considerando como entrañable padre a él que hace todo lo que esté a su alcance en aras de su bienestar.
  Y está firmemente convencido de que, por orientarse por él, nuestra República será el primer país en hacer realidad el anhelo del pueblo.