Midiendo hasta la altura de la grada
El estimado camarada

En aquella ocasión, él probó a sentarse sin cumplidos en el asiento de espectadores y dijo que la altura de su colocación era muy baja.
Midiendo con su palmo la distancia entre el piso y la silla, preguntó si llegaba a 20 cm.
Al escuchar que no, señaló que como la altura de la grada del anfiteatro era menos que 20 cm, sería natural colocarse las sillas a poca altura, y que ella debía ser de 30 cm más o menos.
Como vemos, el estimado camarada