Mensaje fotográfico
En diciembre de 2013, el estimado camarada
Esta unidad le había dirigido el mensaje, notificándole que había logrado la abundante pesca por primera vez al cabo de más de 30 años.
La noticia le había alegrado tanto que había extendido a la empresa la felicitación de su puño y letra, y acudido al lugar días después.
Arribado aquel día con amplia sonrisa en su rostro, él manifestó su deseo de ver los productos, y al verlos en el depósito de los pescados salados, dijo: ¡Qué maravilloso! ¡Es realmente una avalancha de pescados!
Afirmó que al ver el almacén lleno de los pescados, no le daba gana de abandonar el lugar, propuso tomarse una foto con los pescados a enviarse a los militares en el fondo y se sentó sin cumplidos en una parte saliente y baja del tanque para salar.
Y se trasladó al depósito frigorífico y al ver amontonarse los pescados congelados, cuya altura llegaba casi al techo, se mostró muy satisfecho y se retrató hasta en su estrecho paso.


Después, él apuntó: "¡Qué bueno! En cualquier unidad o puesto dicen que alimentan normalmente pescados a los militares, hasta oler a pescado en sus cuerpos."
En aquel entonces, un funcionario le informó que aunque los militares escribían carta a sus terruños, señalando que comían el pescado mucho más que en su propia casa, sus padres no lo creían con facilidad.
Al escucharlo, el estimado camarada
La foto tomada ante el montón del pescado es el mensaje del Comandante Supremo dirigido a la tierra natal y los padres de los militares.