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"Nuestra escuela de Pyongyang"
  Como se informó ya por la Voz de Corea, el año pasado se efectuó el sistema emergente para llevar a Pyongyang a los niños y escolares de las zonas afectadas por la inundación y criarlos y educarlos en el ambiente seguro y confortable, totalmente a expensas del Estado.
  Se creó el espacio de estudio provisional por especialidad docente en el Hotel 25 de Abril, destinado al aseguramiento de las conferencias y otros eventos de importancia nacional, y se organizó el cuerpo de enseñanza móvil.
  El 16 de agosto de 2024, el estimado compañero Kim Jong Un acudió al terreno para conocer los preparativos de la enseñanza y asistió a la lección demostrativa para los pequeños del curso primario.



  Se encontró, además, con escolares que se alegraban del recibo del uniforme y ajuares de estudio.
  Les ayudó a llevar a la espalda la cartera y les dijo con afecto: "El atavío con el nuevo uniforme escolar os hace realmente bonitos. Espero que estudiéis bien y hagáis robusto el cuerpo para alegrar a la familia y al país."
  Se concluyeron las vacaciones de verano y el primero de septiembre se inició el nuevo curso escolar en todas las escuelas del país.


 


  Mientras se desarrollaba la recuperación de los daños por la inundación en las provincias Phyong-an del Norte, Jagang y Ryanggang, los niños procedentes de ellas se entregaron al estudio en el colegio especial colocado en el Hotel 25 de Abril y visitado por el padre Mariscal.
  Ellos lo llamaron "Nuestra escuela de Pyongyang".
  Cuando debían regresar a sus terruños ya transformados al cabo de unos 130 días, los escolares no pudieron contener sus penas.
  Sin Hyon A, maestra de la Escuela Secundaria Alta de Ryon-gwang del municipio Jung, dijo que todos los alumnos de las zonas afectadas expresaban; ¿Acaso no habrá posibilidad de trasladar a nuestro terruño esta entrañable escuela de Pyongyang visitada por el padre Mariscal? Y prosiguió:
  "Aunque era provisional la escuela del Hotel 25 de Abril, estaba provista de lo todo, incluso televisores, ordenadores, la portería de fútbol, tableros de baloncesto, mesas de ping pong, distintas clases de instrumentos musicales y robots ayudantes a la educadora.
  Estudiar en la escuela dotada de todas las condiciones y ambiente de enseñanza era el unánime deseo de todos los escolares.
  Lo atendió el estimado padre Mariscal Kim Jong Un.
  Los alumnos del segundo año de la Escuela Secundaria Alta de Ojok del distrito Uiju de Phyong-an del Norte de quienes me había encargado, me informaron que recibieron todos los materiales de enseñanza, utilizados por ellos en Pyongyang."
  Cuando se abrió la puerta de la nueva escuela después de terminadas las vacaciones de invierno de este año, los asombró un hecho.
  Eran muy conocidos para ellos tanto los borradores de la pizarra, y punteros en las aulas como los medios visuales del corredor, y hasta los pupitres llevaban tal como estaba la placa de propios nombres.
  Los escolares ocuparon lo suyo como en la entrañable escuela del Hotel 25 de Abril en la primera lección.
  Ese día, los niños dijeron que seguían estudiando hoy también en "Nuestra escuela de Pyongyang".
  La jefa de departamento del Ministerio de Educación, Wi Jin Hyang, afirmó con tono emotivo que se tomó tal medida benévola ya en agosto del año pasado.
  "El estimado compañero Kim Jong Un adoptó incluso la medida para enviar los materiales y equipos de enseñanza e instalaciones deportivas utilizados por los escolares a los jardines de infancia y colegios que se levantaban en las zonas damnificadas por la inundación.
  De este modo, trenes expresos con cargas de los materiales de enseñanza usados por los escolares locales a fines del año pasado, llegaron a nuevos jardines de infancia y colegios de las zonas cambiadas hasta no reconocer su original fisonomía."
  De hecho, no tienen fin el amor y la benevolencia del estimado compañero Kim Jong Un quien considera la educación como asunto de máxima importancia en bien de nuestros descendientes y radiante perspectiva de la Patria.
  "Hoy también estudiamos en 'Nuestra escuela de Pyongyang'."
  Para los escolares de las zonas afectadas por la inundación, será un recuerdo más preciado de la vida la permanencia en la capital como especiales huéspedes gracias al padre Mariscal y el estudio en "Nuestra escuela de Pyongyang" que les hizo fortalecer tanto el cuerpo como el alma.