Le acompañaron el mariscal Pak Jong Chon, vicepresidente de la Comisión Militar Central del PTC y secretario del CC del PTC; Ri Yong Gil, jefe del Estado Mayor General del EPC; Ri Chang Ho, subjefe del EMG y titular de la Dirección General de Exploración del EPC; Kim Yong Bok, subjefe del EMG del EPC, y otros comandantes del sector de operación y entrenamiento del EMG.
Evaluó altamente que la base prepara con rigor a los combatientes como los omnipotentes al acondicionar efectivamente todos los establecimientos y campos de ejercicios para poder realizar de manera práctica el simulacro para combate real. Instó al Ministerio de Defensa Nacional y al EMG prestar una gran atención a asegurar las condiciones para renovar más las instalaciones y administrarlas de manera científica.
Acto seguido, subió al observatorio para presenciar el ensayo de exploración y asalto de objetos que realizaban los uniformados según el programa de ejercicios.
Todos los combatientes vinieron sudando gotas gordas en los campos de entrenamiento con la disposición redoblada de asaltar de modo sorpresivo el corazón de los enemigos y abrir de un tirón el camino de avance de las unidades en ataque si llegan los días de combate decisivo. Y demostraron plenamente también en el adiestramiento efectuado con la presencia del Secretario General el temperamento combativo de las invencibles fuerzas armadas revolucionarias que saben luchar y vencen sin falta a los enemigos si luchan.
Contemplando con satisfacción a los militares que están versados en los autóctonos y modernos métodos de combate y actúan como un tigre en el campo de entrenamiento, el Secretario General apreció altamente que todos crecieron como combatientes viriles y valientes capaces de aniquilar uno a cien enemigos en el fragor de ejercicios revolucionarios e intensivos y mantienen una disposición perfecta para la guerra.
Dijo que se siente muy seguro y orgulloso al ver el aspecto animado de los militares preparados como los guerreros intrépidos tan firmes como balas. Les estimuló a ellos formados como fidedignos guardias de nuestro ejército que logra solamente las victorias, y se retrató junto con los militares.
El lugar de filmación estuvo colmado de la emoción, júbilo y orgullo de los combatientes quienes recibieron excelente evaluación y honor en el regazo del invencible comandante de acero.
Como prueba el entrenamiento de hoy, nuestro ejército necesita a los guerreros verdaderos tan competentes como ellos, dijo y dio una instrucción programática de reforzar por todos los medios las fuerzas armadas para operación especial al formar a los uniformados como los poseedores del espíritu de aniquilar uno a cien enemigos en los campos de batalla en el tiempo de emergencia.
Si se toma en cuenta el aspecto y carácter de la guerra moderna, presentar a las tropas especiales bien entrenadas y preparadas como las principales del combate ejerce una influencia importante sobre la victoria o la derrota, y la construcción de este tipo de tropas constituye una parte importante de la de nuestras fuerzas armadas, recalcó. Y presentó la tarea combativa de enfocarse en el fortalecimiento de las fuerzas armadas para operación especial de flor y nata a estilo nuestro esforzándose por producir revoluciones en el entrenamiento, ideología y equipos militares.
Insistió repetidamente en intensificar de continuo los entrenamientos para batalla, y prosiguió:
Como digo siempre, derramarán poca sangre en la guerra si sudan en los días de entrenamiento. La guerra no se anuncia de antemano y es por eso que nuestro ejército debe estar bien preparado para frenar de inmediato a los enemigos y aniquilarles completamente y sin piedad si se desata una guerra hoy mismo. Entregar todo su cuerpo y alma a los entrenamientos intensivos es una expresión de su patriotismo y fidelidad al Estado y al pueblo y además la primera misión revolucionaria para los militares con armas en la mano.
Instó a prepararse perfectamente para hacer frente a la guerra al ser más exigentes en el entrenamiento y renovar de continuo los contenidos y métodos de combate a nuestro estilo, de manera que los enemigos se vean obligados a derramar sangre en el caso de que se enfrenten con nuestro EPC en tiempo de emergencia.
No se puede pensar jamás en la victoria de un ejército desprovisto de la fuerza ideológica, acotó y prosiguió que el ejército sin la ideología no es más que una soldadesca aunque estuviera bien preparado y que cuando los uniformados sean los patriotas que piensen primero en el partido, la patria y el pueblo antes de la batalla, la victoria siempre estará al lado de ellos.
Señaló la necesidad de cultivar más la típica superioridad ideo-política de EPC y formar así a los soldados como los fuertes en la mentalidad.
Subrayó que la educación clasista se presenta como una tarea importantísima que no se puede despreciar ni un momento para intensificar la educación ideológica a los militares. Instruyó librarla de manera más ofensiva para inspirar a todos los uniformados una firme conciencia de enfrentarse al enemigo y la concepción sobre el enemigo principal.
Ante la gran confianza y esperanza del Secretario General quien visitó a su campo de entrenamiento y enseñó el método de lucha para victorias seguras y el estímulo, todos los combatientes se encontraban llenos del entusiasmo revolucionario de ser el primer abanderado que defienda más honrosa y fidedignamente a nuestro Estado y el pueblo siempre al frente de avance al esforzarse por perfeccionar la capacidad de batalla real con el firme espíritu patriótico.