Le acompañaron los secretarios del Comité Central del PTC, Jo Yong Won, Pak Jong Chon, Pak Thae Song y los jefes de departamento del CC del PTC, Ju Chang Il y Han Kwang Sang.
Según la organización del CC del PTC, fueron acondicionadas en el Hotel 25 de Abril las aulas provisionales, constituido un grupo móvil de enseñanza con maestros y asistentes de las escuelas primarias y secundarias y los centros de enseñanza preescolar de la ciudad de Pyongyang y se impulsan los preparativos de las clases para el nuevo semestre escolar.
Luego de conocer detalladamente sobre la dotación de los equipos docentes y los artículos escolares, revisó estos últimos que iban a ser utilizados por los alumnos.
Viendo con amplia sonrisa a los alumnos de distintas localidades aplicarse en la clase, dijo que se sentía orgulloso y digno por el hecho de que en esta ocasión el Comité Central del Partido hubiera tomado una decisión rápida y correcta para que adoptaran la medida de impartir la enseñanza provisional a los niños y alumnos de las zonas damnificadas.
Hemos dado una vez más al sector de la enseñanza y a toda la sociedad la acertada comprensión sobre la importancia de la educación de las jóvenes generaciones al implementar una medida muy importante aun en medio de la grave circunstancia del resarcimiento de los daños, señaló.
Recorriendo las aulas temporales de las enseñanzas primaria y secundaria, sugirió encarecidamente prestar atención especial y trabajar con devoción para que los alumnos aprendan con aplicación, ya que los habitantes de las zonas dañadas los pusieron a cargo del Partido y el Gobierno con plena confianza en ellos.
Seguidamente, sostuvo con los cuadros acompañantes una charla sobre el desarrollo de la educación del país.
Afirmó que la capacidad del profesor decide la calidad de la enseñanza, que según esta calidad los alumnos crecen con rectitud, que esto guarda una relación directa con el ritmo de avance y el futuro del país y que la revolución de la enseñanza es, en su esencia, la de los maestros y un asunto elemental para poner de pleno manifiesto la superioridad de la política de la enseñanza a nuestro estilo.
Subrayó la necesidad de lanzar entre los maestros y asistentes de todo el país la campaña de mejorar su capacidad profesional y asegurar el desarrollo de largo alcance de la patria.
Convertir a nuestro país en un país con la enseñanza desarrollada y en la potencia de enseñanza y talentos que florece y se fortalece mediante la enseñanza, es el objetivo irrevocable y la voluntad invariable de nuestro Partido, acotó.
Todos deben meditar y esforzarse constantemente por el desarrollo de la rama, señaló y añadió que todo el Partido, todo el Estado y toda la sociedad deben conceder importancia a la enseñanza y brindar activo apoyo a esta rama, ambiente que debe ser una de las peculiaridades de nuestro Estado.
La docencia es una labor importante que da continuidad a nuestra revolución e impulsa el desarrollo del país, aseveró.
La educación de las jóvenes generaciones determina el desarrollo del país y el futuro de la revolución, por lo cual el Partido y el Gobierno no deben desatenderla ni un momento por muy crítica que sea la situación, reiteró.
Aclaró que en el Partido debatirán y tomarán medidas drásticas para consolidar la base material y técnica del sector de la enseñanza y llevar el conjunto de sus labores a un peldaño superior.
Del hotel salió a un lugar de esparcimiento donde se reunió con unos escolares que estaban alegres por haber recibido nuevos uniformes y artículos escolares.
Poniéndoles los maletines a los alumnos en nuevos uniformes, dijo con satisfacción que eran bonitos y que su aspecto alegraría mucho a sus madres que estaban en Pyongyang con ellos y les encomendó cariñosamente aprender con afán y fortalecerse para añadir alegría a la familia y el país.
Enfatizó la necesidad de educar bien a los niños durante el período de resarcimiento de daños y elaborar bien el programa de actividades para que gracias a sus disímiles experiencias la permanencia en Pyongyang sea, para ellos, un recuerdo inolvidable, alegre y agradable.
Diciendo que le complacía de veras ver a los niños alegres en nuevos uniformes y que la risa de los niños es el aliento y el vigor de la patria que avanza y el símbolo del poderío del socialismo a nuestro estilo, bendijo su futuro luminoso.
Por estar en el regazo generoso del gran padre, firmemente convencido de que hay que bajar las estrellas si las piden las jóvenes generaciones, en los rostros de nuestros infantes no desaparecerá nunca la risa de felicidad y seguirá promoviéndose la enseñanza de los protagonistas de la futura y próspera patria.