Él hizo balance sobre la orgullosa historia del EPC bordada con la gloriosa tradición, la brillante victoria y la epopeya de lustroso honor desde aquel día cuando habían estallado las exclamaciones por la fundación del ejército.
Y envió sublime consideración y ardiente felicitación a todos los uniformados de las fuerzas armadas de la República que han venido defendiendo a costa de la vida y con el poderío militar invencible el fuerte aliento de la revolución coreana siempre victoriosa y sostenido la invencibilidad y la potencia de nuestro Estado.
También, expresó su seguridad de que nuestro ejército, fuerzas armadas del PTC y vanguardia clasista, defenderá brillantemente el prestigio y la grandeza de la poderosa Patria y el pueblo con la propia fuerza irresistible de nuestro ejército heredando cabal e invariablemente la roja alma, la noble misión, el firme espíritu revolucionario y la combatividad de resistencia de vida o muerte cargados en el fusil por la primera generación de la revolución.