País donde el pueblo es el dueño
A los 10 años de edad, emprendió el camino de la revolución con el propósito de rescatar el país arrebatado por el imperialismo japonés.

Ya a comienzos de sus actividades revolucionarias, se percató profundamente de la demanda de la naciente época de la independencia. Creó la inmortal idea Juche, aclarando la nueva verdad de que las masas populares son dueñas de la revolución y ésta debe ser cumplida de manera independiente y creadora, con la confianza en su fuerza y apoyándose en ella.
La Juche es la idea de que el dueño del destino de uno es él mismo y la fuerza que lo forja, la tiene también él. En otra palabra, es la idea de que las masas populares son dueñas de la revolución y construcción y la fuerza que las promueve la tienen también ellas.
Con la concepción de ese pensamiento, el gran Líder
Luego, alcanzó la histórica causa de la liberación de la patria, el 15 de agosto de 1945, al conducir a la victoria la enconada guerra de 20 años contra el imperialismo nipón.

Aún en la circunstancia difícil y compleja creada a raíz de la liberación, llevó a buen cabo varias reformas democráticas en un breve espacio del tiempo, echando la base de la construcción del Estado independiente y soberano, y el 9 de septiembre de 1948, fundó la República Popular Democrática de Corea, cuyo dueño es el pueblo.
Luego, de acuerdo con la concreta realidad del país, cumplió la revolución socialista y condujo a la victoria la edificación socialista de varias etapas, levantando, por fin, el socialismo del Juche que tiene materializada en nivel alto la demanda independiente de las masas populares.
El socialismo a nuestro estilo, máxima herencia patriótica del gran Líder
Lucirán para siempre sus hazañas realizadas por él para ofrecer al pueblo coreano la cuna de la auténtica vida y felicidad.