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Credo de toda vida - compenetrarse con el pueblo
  El gran Líder Kim Il Sung estuvo entre el pueblo en toda su vida.
  Por doquier en esta tierra se encuentran sus huellas y se dejan escuchar episodios sobre sus estrechas relaciones con el pueblo.
  En el último período de su vida, él dijo: "He venido luchando hasta ahora por el pueblo, confiando en éste y encontrándome entre él. Toda mi vida está dedicada en bien de la Patria y la nación y a la lucha que hice junto con aquél."
  El pueblo al que apreció tanto el gran Líder no era un colectivo de seres sobrehumanos o individuos extraordinarios, sino quienes gemían sin derecho político, sometiéndose al destino de la esclavitud, bajo la dominación colonial del imperialismo japonés de más de 40 años; eran los obreros y campesinos que trabajaban en las fábricas y campos y los intelectuales que contribuyen con sus conocimientos científico-técnicos a la prosperidad de la Patria.







  En el Museo de la Revolución Coreana en Pyongyang hay muchas fotos, datos y objetos históricos que dan a conocer sus nobles virtudes propias del gran hombre.
  La conferencista benemérita Jang Yong Suk contó a los visitantes:
  "Por doquier en nuestro país, tanto en las recónditas aldeas montañosas y pesqueras como en las granjas no hay donde no se palpan las huellas del gran Líder Kim Il Sung.
  Hay estera rústica en que él se sentó sin cumplido para la discusión de faenas agrícolas en el campo, redes acariciadas por él junto con pescadores en las aldeas pesqueras y su afectuosa imagen de cuando entró en las galerías, exhortando al incremento de extracción de carbón en las minas.
   En sus memorias 'En el transcurso del siglo', el gran Líder Kim Il Sung señaló con profunda emoción en lo que se refiere a su concepción de la felicidad en toda su vida: 'Si existen momentos particularmente agradables y dichosos, son cuando estaba entre el pueblo, cuando descubría en él magníficos seres que podían servir de modelo para todos y discutía con ellos sobre la situación política, de la vida cotidiana y del porvenir.'"
  Él condujo a la victoria nuestra revolución durante decenios sin ninguna falta en las líneas ni desviación en la práctica de dirección.
  Ello se debió a su firme credo mantenido en toda su vida; ¡Compenetrarse con el pueblo!