Casa de amor a nuevas generaciones

Un día de octubre de 1947, el gran Líder Kim Il Sung dijo que sería bueno levantar un palacio de niños en ese lugar de pintoresco paisaje y escogió en persona hasta su solar.
Al quedarse devastado el inmueble durante la Guerra de Liberación de la Patria contra la agresión armada del imperialismo norteamericano en la década de 1950, él subió a esa colina y expuso su magno proyecto de construir allí otro palacio más alto y mejor después de la victoria en el conflicto.
Cuando su obra estaba en plena marcha, él acudió al campo de su construcción y exhortó a levantarlo al pie de la letra como palacio real con mejores materiales arquitectónicos del mundo.
Gracias a su atención afectuosa, el Palacio de Escolares y Niños de Pyongyang se edificó como la base universal de educación extraescolar, dotada de salas de círculos, auditorio y gimnasio.
La instructora Song Che Son afirmó que en este palacio nacieron muchos talentos del país, y prosiguió:
"Instruimos cada año a numerosas reservas de científicos, técnicos, artistas y deportistas. Es incontable el número de ellos formados hasta ahora desde que se inauguró. Sólo con este hecho se puede conocer qué eminente perspicacia tuvo el gran Líder cuando hacía desvelos, contemplando al futuro de la Patria. Es por esta razón que los amigos extranjeros no ocultan su admiración al visitarlo."
Profundamente inspirados por tal gran amor a las posteridades, los del palacio procuran elevar con ahínco el nivel cualitativo de su gestión.
Combinan la educación colectiva y la atención al individuo y procuran renovar sin cesar sus métodos conforme a las características de su trabajo cuyos objetos son los escolares diferentes en edades, niveles y cursos.

Al quedarse devastado el inmueble durante la Guerra de Liberación de la Patria contra la agresión armada del imperialismo norteamericano en la década de 1950, él subió a esa colina y expuso su magno proyecto de construir allí otro palacio más alto y mejor después de la victoria en el conflicto.
Cuando su obra estaba en plena marcha, él acudió al campo de su construcción y exhortó a levantarlo al pie de la letra como palacio real con mejores materiales arquitectónicos del mundo.
Gracias a su atención afectuosa, el Palacio de Escolares y Niños de Pyongyang se edificó como la base universal de educación extraescolar, dotada de salas de círculos, auditorio y gimnasio.
La instructora Song Che Son afirmó que en este palacio nacieron muchos talentos del país, y prosiguió:
"Instruimos cada año a numerosas reservas de científicos, técnicos, artistas y deportistas. Es incontable el número de ellos formados hasta ahora desde que se inauguró. Sólo con este hecho se puede conocer qué eminente perspicacia tuvo el gran Líder cuando hacía desvelos, contemplando al futuro de la Patria. Es por esta razón que los amigos extranjeros no ocultan su admiración al visitarlo."
Profundamente inspirados por tal gran amor a las posteridades, los del palacio procuran elevar con ahínco el nivel cualitativo de su gestión.
Combinan la educación colectiva y la atención al individuo y procuran renovar sin cesar sus métodos conforme a las características de su trabajo cuyos objetos son los escolares diferentes en edades, niveles y cursos.

Quienes ayer hacían florecer a sus anchas propios talentos en los círculos de interés del palacio, son hoy héroes del Trabajo, doctores, artistas, actores y deportistas de renombre, que estampan sus huellas en recompensa de los favores del país.
En realidad, el Palacio de Escolares y Niños de Pyongyang es la casa del amor que hace florecer el sueño y esperanza de los niños.
En realidad, el Palacio de Escolares y Niños de Pyongyang es la casa del amor que hace florecer el sueño y esperanza de los niños.