Con audacia y coraje extraordinarios
(Del trabajo de Víctor Kulikov, primer viceministro de Defensa Nacional de la anterior Unión Soviética y comandante en jefe de las fuerzas unidas del Tratado de Varsovia)
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El gran Dirigente
Hasta la fecha, el mundo no olvida la década de 1990 cuando se cernía el nubarrón de la guerra nuclear en la península coreana.
El imperialismo norteamericano, vanagloriado aún más después del cese de la guerra fría, recurrió a las perversas maniobras para aislar y asfixiar la RPDC y derribar su régimen, so pretexto del "problema nuclear".
La campaña internacional promovida por Estados Unidos en 1993 contra la RPDC en torno a la "sospecha nuclear", la imposición de la "inspección especial" sobre nuestras instalaciones nucleares, la efectuación de los ejercicios militares conjuntos "Team Spirit" que era la prueba de guerra de gran envergadura y la introducción de los medios de ataque nuclear y las fuerzas armadas agresivas en la Península Coreana...
Todo esto fue las maquinaciones de provocación y de guerra planificadas por el imperialismo norteamericano.
Ri Jong Sun, conferencista del Museo de la Revolución Coreana dijo que en aquel severo período, el gran Dirigente
"El gran General declaró que nuestro pueblo amante de la independencia nacional y la paz del país, no mendigará ésta hasta aguantando la violación de su dignidad aunque no desea la guerra, y que los enemigos no podrán tocar a su antojo ni una pulgada de tierra ni una mata de hierba de nuestra República. Esta declaración como bomba proporcionó confianza en la victoria a nuestro pueblo y asestó duro golpe a los enemigos.
Entretanto, hizo tomar la rotunda contramedida frente a las insensatas maniobras norteamericanas para elevar la amenaza militar y la intensidad de presión sobre la RPDC en relación con el "problema nuclear".
En marzo de 1993 se declaró el estado de preguerra a todo el país, el pueblo y el ejército por la orden del Comandante Supremo del EPC y se publicó la declaración del gobierno de la RPDC de retirarse del Tratado de no Proliferación de Armas Nucleares.
Doblegado ante nuestra respuesta superdura, el imperialismo norteamericano se vio obligado a sentarse ante la mesa de las conversaciones con Corea y nuestra República obtuvo hasta el mensaje de garantía del presidente norteamericano.
Con la exitosa efectuación de dos pruebas nucleares, nuestra República dio a conocer a todo el mundo que enfrentarse al cuchillo enemigo con el sable y a su fusil con el cañón es el modo de nuestra respuesta."
Gracias a la sabia orientación del gran Dirigente