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Deseo de las madres
  La buena formación de las proles es el unánime deseo de sus madres, quienes consideran natural los desvelos hechos en bien de ellos.
  En diciembre del año pasado se efectuó en Pyongyang la 5ª  Conferencia Nacional de Madres.
  En el encuentro, el estimado compañero Kim Jong Un pronunció una significativa arenga de felicitación.



  Él señaló en ese discurso que ofrecer cuanto antes a nuestro pueblo la vida dichosa y culta es el viejo deseo del Partido, en que está plasmado el sueño abrigado de generación en generación por las madres.
  Es un deber sumamente glorioso y honroso acatar con sumo respeto y hacer realidad cueste lo que cueste el sueño y deseo de las madres de criar bien a sus proles en el bello suelo que es el socialismo, el comunismo.
  Estas instrucciones conmovieron mucho a las mujeres coreanas con hijos.
  Entre ellas, Kim Yong Hi dice:
  "Mi hija creció también en la casa-cuna y el jardín de infancia, alimentándose con los alimentos lácteos que se le suministra sin faltar ni un día. Al matricularse en la escuela se le abastecen nuevo uniforme, según cambio de las estaciones, la cartera con la marca Sonamu y los útiles escolares Haebaragi. Fuera de ello, el PTC hizo levantar por doquier en el país las granjas de invernaderos y cambiar la estructura de la producción cerealera, entre otras medidas, en traducción del anhelo de las madres de beneficiar a sus hijos y familiares."
  En la RPDC, el sueño de todas las madres se hace realidad de acuerdo con las medidas del Partido y del Estado.