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Declaración del jefe de la oficina de política del Instituto de Asuntos Japoneses de MINREX
 El jefe de la oficina de la política del Instituto de Asuntos Japoneses del Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Popular Democrática de Corea hizo pública el día 20 una declaración intitulada "La imprudente posesión de la capacidad de ataque preventivo por parte de Japón le traerá sólo el resultado de convertirse en el blanco común de los países regionales".
 El texto va como sigue:
 El mundo corre peligro de estallar nueva guerra debido a las crisis geopolíticas engendradas por EE.UU.
 En este momento, acaparan la atención del mundo las maniobras militaristas aceleradas de Japón en busca de expandirse al ultramar.
 Según fuentes extranjeras, el gobierno japonés planifica ubicar en marzo del año siguiente en la zona de Kyushu al sudoeste de los archipiélagos los misiles de largo alcance de fabricación nacional, con fines de "poseer la capacidad de ataque preventivo contra las bases enemigas".
 Se dice que siendo una variedad del proyectil teledirigido tierra-mar tipo 12 de las "Fuerzas Terrestres de Autodefensa" de Japón, mejorada con miras a emprender el ataque contra los objetos terrestres, este artefacto alcanza a casi mil kilómetros, o sea, podría asestar el golpe a la zona costera de China, para no hablar de la RPDC.
 Con anterioridad, el Ministerio de Defensa de Japón dio a conocer el despliegue en 2026 de los proyectiles de planeo rápido, armamentos hipersónicos, que salieron exitosos en la prueba, y hasta el estudio y fabricación de misil balístico de nuevo tipo con 3 mil kilómetros de alcance.
 También, Japón obtuvo la admisión de venta de los misiles aire-aire de alcance mediano y los misiles cruceros aire-tierra de largo alcance por parte de EE.UU. y da acicate al refuerzo de las fuerzas de misil de largo alcance como la ubicación de los misiles cruceros de largo alcance Tomahawk de fabricación norteamericana.
 Tal hecho demuestra que está a punto de terminar la posesión de esta capacidad que se formalizó al modificar la "estrategia de seguridad nacional" a finales del año 2022, y la ambición militarista de los descendientes de Samuráis que se fingían un "Estado pacífico" hasta la fecha bajo la pancarta de "defensa exclusiva".
 Tal comportamiento deviene un producto directo de su política de reagresión para satisfacer la codicia de la segunda "esfera de coprosperidad de la gran Asia Oriental" que ese país isleño persigue de modo obstinado como la meta estratégica, asechando la oportunidad de revancha durante 80 años después de su derrota en la Segunda Guerra Mundial.
 No es un secreto que señalando que no es propósito de la constitución esperar la autodestrucción con los brazos cruzados, los Poderes japoneses de turno vinieran induciendo en error las opiniones públicas con la absurda interpretación de la ley de que la "posesión de la capacidad de ataque a las bases enemigas" corresponde a la esfera de "autodefensa", y dedicándose a llevarlo a la práctica.
 Japón creaba un clima de guerra desarrollando de vez en cuando los ejercicios conjuntos militares de carácter agresivo invitando a las fuerzas extranjeras más allá del continente y océano.
 E intenta instalar hasta los medios de ataque de largo alcance con que pueda atacar con rapidez y en cualquier momento a los países determinados de la región.
 Esto deja saber que la expansión militar de Japón llega a la etapa extremadamente grave.
 Este país criminal de guerra, que tiene mucha posibilidad de reagresión al tomar en consideración sus comportamientos de negar totalmente y embellecer la historia de agresión pasada, dio un "paso atrevido" encaminado a poseer hasta la capacidad de ataque preventivo contra el territorio jurisdiccional de otros países, lo que constituye un acto provocativo peligrosísimo destinado a causar nuevo choque militar en la región del Nordeste Asiático y seguir calentando su situación.
 La insistencia obstinada de Japón en la "intimidación de sus contornos" no pasa de ser un pretexto para abogar por sus preparaciones de guerra de reagresión, por encima de la autodefensa, entre otras, el aumento de la suma de los gastos militares que bate el récord cada año, la posesión de los medios de golpe preventivo, el fortalecimiento constante de la alianza militar Japón-EE.UU., la conspiración y confabulación multilaterales con la OTAN.
 Las maniobras de Japón de convertirse en una potencia militar, que se libran bajo el rótulo del "propósito de Indo-Pacífico libre y abierto", versión renovada de la "esfera de coprosperidad de la gran Asia Oriental", hace percibir el renacimiento del "viejo ejército japonés" que dejó heridas incurables a los pueblos de la región de Asia-Pacífico.
 Los hechos comprueban una vez más claramente que son los blancos que debemos aniquilar sin falta todos los medios y movimientos militares contra la RPDC y el sentimiento agresivo y desafiante a nuestro Estado, y que nuestros esfuerzos por multiplicar el poderío de defensa nacional resulta una contribución imprescindible para detener las tentativas de los Estados rivales y preservar el equilibrio estratégico y la estabilidad de la región.
 La temeraria posesión de la capacidad de ataque preventivo por Japón que en espera de la oportunidad de reagresión a los países vecinos, pretende mantenerlos en la esfera de su fuego, le traerá sólo el resultado contrario de exponer los archipiélagos como el blanco común de los justos países regionales.