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Comentarista militar advierte a EE.UU. por el aumento de sus fuerzas armadas
  Un comentarista militar hizo público el día 3 el artículo intitulado "Las maniobras de EE.UU. de aumentar las fuerzas armadas serán una opción insensata que fomenta el incertidumbre de seguridad de su propio territorio".
  Su texto íntegro va como sigue:
 Recientemente, se dio a la publicidad el hecho de que se ha perpetrado en la base militar Fort Greely del Estado de Alaska de EE.UU. un entrenamiento de interceptación simulando el ataque del ICBM de un Estado enemigo bajo la presencia del secretario de Fuerzas Terrestres norteamericano.
 Este simulacro desarrollado bajo el rótulo de la "defensa del territorio principal" es, en su esencia, una acción militar de carácter ofensivo que toma como un hecho consumado la guerra nuclear con la RPDC.
 Si EE.UU. no persigue la guerra nuclear con nuestro Estado, no ocurrirá el hecho de que nuestras fuerzas armadas nucleares estratégicas apunten al territorio norteamericano ni es necesario que se plantee la "interceptación".
 El mismo hecho de que nuestro ICBM ha sido el objeto a interceptarse, refuta que EE.UU adiestra el enfrentamiento a la represalia al tomar como hecho establecido el ataque preventivo nuclear contra nuestro Estado.
 Se cometen más intensiva y abiertamente en la Península Coreana y la región los movimientos militares de EE. UU por tomar la supremacía militar regional.
 Las séptimas fuerzas aéreas norteamericanas publicaron el plan de formar la segunda "aviación superpotente" al desplazar en la base aérea de Osan los 31 cazas F-16 estacionados en la base aérea de Kunsan de la República de Corea y revisan el proyecto de estacionar constantemente en la Kunsan los 20 cazabombarderos F-35A. Esta realidad deja conocer claramente que ha comenzado la carrera contrarreloj la aparición de los ultramodernos medios de ataque de las fuerzas aéreas norteamericanas, especializados en el ataque preventivo, en la cercanía de la frontera sur de nuestro Estado.
 En enero pasado, EE.UU. emplazó en la base aérea de Kadena los cazas tipo Stealth F-35A, en marzo colocó adicionalmente los F-35B en la base de Iwakuni y hace poco, acantonó los 2 B-1B en Misawa bajo pretexto de emplazamiento circulatorio.
 De esta manera, la región periférica de la Península Coreana se ha convierto en una gran base de salida de las propiedades estratégicas aéreas de EE.UU. inclusive B-1B, F-22 y los cazas invisibles de 3 clases de serie F-35.
 El incremento de fuerzas aéreas de EE.UU. persigue el objetivo muy peligroso de asegurar la supremacía aérea en el tiempo de emergencia mediante la combinación operacional de los bombarderos estratégicos y los principales aviones de caza y elevar la rapidez y eficiencia de la capacidad de ataque preventivo nuclear contra nuestro Estado.
 Los hechos comprueban que el aumento de las fuerzas armadas de EE.UU. destinado a mejorar la disposición de guerra en todas las esferas de ataque y defensa, ya han entrado en la etapa de adiestramiento de las acciones reales por encima del nivel demostrativo.
 La preparación de una facultad superpotente de ataque y defensa con que podamos controlar de modo predominante cualquier tipo de amenaza militar generada por el incremento armado de EE.UU. contra nuestro Estado, resulta la mejor opción para frenar el estallido de guerra nuclear y mantener el equilibrio de la fuerza en la región de la Península Coreana.
 El aumento de las fuerzas armadas de EE.UU., orientado al ataque militar contra la República Popular Democrática de Corea, será una opción insensata que fomenta más la incertidumbre de la seguridad de su territorio principal.