Publicada declaración de portavoz del MINDEN de la RPDC
El texto completo va abajo:
El día 10, el submarino nuclear de clase Los Ángeles de las fuerzas navales norteamericanas, Alexandria, entró en la base operacional de Pusan de la República de Corea so pretexto de descanso de sus tripulantes y suplemento de pertrechos bélicos.
El submarino nuclear norteamericano apareció abiertamente por primera vez en este año en la región a la que pertenece la Península Coreana. El hecho deviene una amenaza innegable al ambiente de seguridad de nuestro Estado y un elemento inestable para la escalonada tensión militar de la región, siendo una muestra intensiva de la incambiable furia conflictiva anti-RPDC de EE.UU.
El país americano está despreciando abiertamente la preocupación por la seguridad de la RPDC.
Expresamos una seria preocupación a los peligrosísimos movimientos bélicos de carácter hostil de EE.UU. que pueden llevar al choque armado el estado de enfrentamiento militar regional en torno a la Península Coreana. Y advertimos en tono categórico que pare sus actos provocativos que pueden causar la inestabilidad.
La realidad práctica nos indica claramente por qué son justas las nuevas medidas de fortalecimiento de la capacidad nuclear y la autodefensiva que ha dicho hace poco nuestro Jefe de Estado y a qué dirección debemos avanzar de todos modos.
Jamás retrocederemos ni una pulgada en la estructura conflictiva con el despótico país rival.
Es menester mantener a raya con las fuerzas correspondientes a EE.UU., ente hegemónico que insiste a ciegas en la gobernación con fuerza, esto es la solución que da la realidad y el principio de reacción que mantenemos ya.
Nuestras fuerzas armadas vigilan agudamente la repetida aparición de las propiedades estratégicas norteamericanas en la región de la Península Coreana y están dispuestas a movilizar cualquier medio para preservar la seguridad e intereses del Estado y la paz regional.
Haremos más claros la opción de nuestras acciones y el modo de respuesta sobre los rivales.
Las fuerzas armadas coreanas, siempre fieles a la obligación constitucional por defender la seguridad estatal, ejercerán sin titubeo sus derechos legítimos para poner en práctica las acciones disuasorias contra los orígenes amenazantes al ambiente de seguridad regional y castigar a los provocadores.