El doctor y candidato a profesor Im Sung Bin, jefe de sala del Instituto de Folclore de la Academia de Ciencias Sociales, dijo que, a través de escenas como la lucha tradicional, la danza militar y la caza dibujadas en los frescos tumbales, se puede saber del ambiente marcial reinante en Coguryo y añadió:
  "La escena de lucha coreana en el fresco tumbal es su ejemplo representativo. Tiene descritos vívidamente a los luchadores que acechan la oportunidad para derribar al rival con el correcto juicio, determinación, agilidad y sabiduría improvisada. Además, en los frescos tumbales como el de la comuna Yaksu aparecen vivas escenas de caza, que muestran de modo compendiado el ambiente marcial reinante en Coguryo."
  En cada poblado había colegio no gubernamental denominado "Kyongdang".
  Según datos históricos, la población tenía mucho apego al aprendizaje, sin distinción de la posición social, y enviaba a sus hijos a ese colegio a estudiar.
  En este colegio, los alumnos aprendieron con afán a escribir y leer, adquirieron los conocimientos de la historia y otros dominios y fortificaron su cuerpo físico, practicando el tiro al arco, la equitación, el arte de manejar espada y otro arte marcial.
  En Coguryo tomaban en consideración importante el arte marcial, inteligencia y valentía en la valoración del hombre.
  El adiestrado en el arte marcial se elige, sea quien fuere, en el cargo útil para la defensa de la Patria.
  Los datos de los frescos tumbales y otros históricos muestran que Coguryo sometió tanto el adiestramiento en arte marcial como los juegos y competencias populares al fortalecimiento del poderío militar.
  Dan a conocer, además, que en aquella época el ambiente marcial ocupó el primer lugar no solo en determinado período de guerra, sino en todo el transcurso histórico.